Israel y sus aliados denunciaron la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de dictar el jueves una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mientras la Unión Europea, Turquía, Colombia, Jordania y Sudáfrica junto a grupos de derechos humanos han sido los primeros en reaccionar públicamente en favor de la medida.
La orden de arresto contra Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza, ha tenido el esperado desmarque de su socio incondicional, Estados Unidos, y otros países cercanos a Israel.
La Corte también dictó una orden de detención contra Mohammed Deif, el jefe militar de Hamás, grupo considerado terrorista por la UE y otros países.
Fueron emitidas en respuesta a las acusaciones de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra en el conflicto de Israel contra Hamás en Gaza, desencadenada por el ataque del 7 de octubre de 2023.
Borrel pide respeto a decisión del tribunal
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, declaró este jueves que la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) debe ser “respetada y aplicada”, y remarcó que se trata de la decisión de un tribunal y no una decisión política.
“No es una decisión política, es una decisión de un tribunal internacional de Justicia, y la decisión del tribunal tiene que ser respetada y aplicada”, dijo Borrell preguntado por la decisión de la CPI en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, en Amán.
“Tomo nota de la decisión de la Corte Penal Internacional de dictar órdenes de detención contra el primer ministro (israelí, Benjamín) Netanyahu, el ex ministro de Defensa (Yoav) Gallant y los dirigentes de Hamás”, agregó en su intervención.
El jefe de la diplomacia europea dijo que esta decisión es “una mordaz decisión para todos los Estados, todos los Estados parte de la Corte, entre los que se incluyen todos los miembros de la Unión Europea, para que vinculen y apliquen esta decisión judicial”.
Francia, a través del portavoz del Ministerio de Exteriores subrayó su apoyo a “la acción del fiscal de la Corte, que actúa con total independencia”, aunque preguntado sobre si las autoridades francesas arrestarían a Netanyahu en caso de que entrara en suelo francés, evitó comprometerse.
“Es una cuestión jurídicamente compleja. No haré más comentarios hoy. Es una situación que debe tratarse con muchas precauciones”, dijo la fuente.
La CPI no tiene una fuerza policial para arrestar sospechosos, pero sus 125 Estados miembros, entre los que están el Reino Unido y los países de la Unión Europea, tienen la obligación de cooperar. Estados Unidos e Israel no forman parte de este tribunal.
Países Bajos e Italia dispuestos
El ministro neerlandés de Exteriores, el liberal conservador Caspar Veldkamp, no se anduvo con ambigüedades y aseguró que si Netanyahu “pisa suelo neerlandés, será arrestado”.
De igual manera, el ministro italiano de Defensa, Guido Crosetto, dijo que su país se vería obligado a cumplir con la orden de arresto dictada por la CPI contra Netanyahu “si este llegara a su territorio”.
Crosetto, cuyo país es miembro de UE, de la OTAN y preside actualmente al G7 de las mayores potencias occidentales, consideró que la CPI “se equivocó” al poner en el mismo nivel a los dirigentes israelíes y al de Hamás.
Pero aun así, “si Netanyahu o Gallant vinieran a Italia, tendríamos que arrestarlos, tendríamos que detenerlos, en aplicación del derecho internacional”, agregó, en declaraciones en el programa televisivo Porta a Porta de la RAI.
El canciller Antonio Trajani había señalado previamente que Italia “apoya a la CPI”, pero que esta “debe tener un papel jurídico y no político”. “Evaluaremos con nuestros aliados cómo reaccionar e interpretar esta decisión”, añadió.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, por su parte, no dudó en calificar a Netanyahu de “genocida” y también instó a acatar el fallo de la CPI.
Más allá del posicionamiento de los Gobiernos, organizaciones como Human Rights Watch (HRW) celebraron la decisión.
“La orden de la CPI derriba la percepción de que ciertos individuos están por encima de la ley (y) esto es aún más importante dados los intentos descarados de obstruir el rumbo de la justicia en la corte”, señaló el director de justicia internacional en HRW, Balkees Jarrah.
Estados Unidos, el inquebrantable
Washington, que el miércoles no dudó en emplear por cuarta vez su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de Israel, para impedir la imposición de un alto el fuego en Gaza como defendían los otros 14 miembros del máximo órgano de la ONU, se ha vuelto a poner de lado de Israel, mostrando su rechazo frontal a la orden de arresto.
“Estados Unidos rechaza fundamentalmente la decisión de la Corte de emitir órdenes de arresto contra altos funcionarios israelíes”, dijo a la agencia EFE un portavoz de la Casa Blanca.
Junto a Estados Unidos, Hungría, Paraguay y Argentina también han levantado la voz en favor de los sospechosos de perpetrar crímenes de guerra y han disparado sus críticas contra la CPI.
El presidente argentino, Javier Milei, también manifestó su “profundo desacuerdo” y consideró que esta medida “ignora el legítimo derecho de Israel a defenderse”.
Australia apoya
El Gobierno de Australia expresó este viernes que respalda la independencia de la CPI.
“Australia respeta la independencia de la CPI y su importante papel en la defensa del derecho internacional. Hemos dejado claro que todas las partes en el conflicto deben cumplir el derecho internacional humanitario”, dijo la ministra australiana de Exteriores, Penny Wong, en un mensaje en X.
Wong también insistió en su mensaje en la protección de los civiles, la liberación de los rehenes, la protección de los cooperantes y la necesidad de que llegue la ayuda humanitaria “de forma rápida, segura y sin obstáculos” en Gaza, sin pronunciarse directamente sobre estas órdenes de arresto emitidas la víspera.